LA REFORMA LIBERAL
GÓMEZ FARIAS EN LA PRESIDENCIA
GÓMEZ FARIAS EN LA PRESIDENCIA
El 1º de abril de 1833 se
inició un nuevo período gubernamental, en el que debía ocupar la
Presidencia de la República el general ANTONIO LÓPEZ DE SANTA ANNA; pero como
este no se presentó hasta el 16 de mayo, se encargó interinamente del gobierno
el Vicepresidente, don Valentín Gómez Farías.
Gómez Farías, considerando que para el progreso del país era necesario que el gobierno estuviese fuera de la influencia del clero y de los elementos conservadores, dictó las leyes que habían de transformar las condiciones sociales y políticas del país.
Por tal razón se considera a Gómez Farías como el patriarca del liberalismo y el PRECURSOR de la Reforma, que consumó años más tarde el grupo donde estaba Benito Juárez
Gómez Farías, considerando que para el progreso del país era necesario que el gobierno estuviese fuera de la influencia del clero y de los elementos conservadores, dictó las leyes que habían de transformar las condiciones sociales y políticas del país.
Por tal razón se considera a Gómez Farías como el patriarca del liberalismo y el PRECURSOR de la Reforma, que consumó años más tarde el grupo donde estaba Benito Juárez
Con el apoyo de Gómez Farías, y con un programa liberal avanzado,
durante el año 1833 y principios del 34 se fueron expidiendo varias leyes,
destinadas a destruir las instituciones y los privilegios de las clases que
significaban un obstáculo para la marcha progresista del país.
EL PROGRAMA REFORMISTA
El programa reformista consistía en extirpar de raíz la influencia del clero y del ejército en la marcha del gobierno, y convertir al país en una nación libre de sus viejas tradiciones y del despotismo colonial.
Para ello era necesario acabar con los privilegios del clero y subordinarlo al Estado, hacer una distribución menos injusta de los bienes que el clero y las clases privilegiadas habían acumulado, decretar la libertad de cultos y separar la Iglesia del Estado.
Hacer la enseñanza obligatoria, fundando escuelas en los pequeños poblados; crear institutos de enseñanza superior y profesional en que se diera preferencia a los conocimientos científicos; pugnar por la libertad de prensa y por la difusión de la lectura.
REFORMAS ECLESIÁSTICAS
Para liberar a los agricultores de la obligación civil de pagar el diezmo eclesiástico , se dictó la ley relativa, dejando el pago de los diezmos al dictado de la conciencia de los causantes, sin coacción por parte del Estado.
El programa que se planteó comprendía la creación de seis grandes institutos de instrucción superior para la juventud; autorizó la libre apertura de escuelas públicas; ordenó que hubiera una escuela nocturna para artesanos y dos escuelas normales para la formación de maestros.
Este fue el programa que nuestras luchas políticas malograron en aquella época, pero que se realizó posteriormente, aunque se diverso modo.
REFORMA DEL EJÉRCITO
Se dispuso disolver todos los cuerpos del ejército que se hubieran sublevado contra el gobierno (15 de noviembre de 1833 ).
Y para suplir al ejército se creó la milicia nacional, organizada por los Estados con elementos del pueblo, armados y disciplinados para sostener sus derechos y evitar las rebeliones de los conspiradores profesionales.
SANTA ANNA REPRIME LA REFORMA
Gómez Farías tenía la intención de proseguir su obra reformista por medio de otras leyes y reglamentos; pero el clero y el ejército, que se sentían agraviados con estas reformas, pidieron a Santa Anna que asumiera la Presidencia y reprimiera a los liberales.
El presidente se hizo cargo del gobierno (mayo de 1833) e inmediatamente derogó todas las disposiciones dictadas por Gómez Farías.
EL PROGRAMA REFORMISTA
El programa reformista consistía en extirpar de raíz la influencia del clero y del ejército en la marcha del gobierno, y convertir al país en una nación libre de sus viejas tradiciones y del despotismo colonial.
Para ello era necesario acabar con los privilegios del clero y subordinarlo al Estado, hacer una distribución menos injusta de los bienes que el clero y las clases privilegiadas habían acumulado, decretar la libertad de cultos y separar la Iglesia del Estado.
Hacer la enseñanza obligatoria, fundando escuelas en los pequeños poblados; crear institutos de enseñanza superior y profesional en que se diera preferencia a los conocimientos científicos; pugnar por la libertad de prensa y por la difusión de la lectura.
REFORMAS ECLESIÁSTICAS
Para liberar a los agricultores de la obligación civil de pagar el diezmo eclesiástico , se dictó la ley relativa, dejando el pago de los diezmos al dictado de la conciencia de los causantes, sin coacción por parte del Estado.
El programa que se planteó comprendía la creación de seis grandes institutos de instrucción superior para la juventud; autorizó la libre apertura de escuelas públicas; ordenó que hubiera una escuela nocturna para artesanos y dos escuelas normales para la formación de maestros.
Este fue el programa que nuestras luchas políticas malograron en aquella época, pero que se realizó posteriormente, aunque se diverso modo.
REFORMA DEL EJÉRCITO
Se dispuso disolver todos los cuerpos del ejército que se hubieran sublevado contra el gobierno (15 de noviembre de 1833 ).
Y para suplir al ejército se creó la milicia nacional, organizada por los Estados con elementos del pueblo, armados y disciplinados para sostener sus derechos y evitar las rebeliones de los conspiradores profesionales.
SANTA ANNA REPRIME LA REFORMA
Gómez Farías tenía la intención de proseguir su obra reformista por medio de otras leyes y reglamentos; pero el clero y el ejército, que se sentían agraviados con estas reformas, pidieron a Santa Anna que asumiera la Presidencia y reprimiera a los liberales.
El presidente se hizo cargo del gobierno (mayo de 1833) e inmediatamente derogó todas las disposiciones dictadas por Gómez Farías.
Poco después vuelve a dejar la presidencia en manos de Gómez
Farías, al que le hacen una rebelión en la Cd. De México.
Al saber Santa Anna los suceso de la capital se presentó en México a ocupar de nuevo la Presidencia Santa Anna permaneció cincuenta días mas en el poder, para luego retirarse a su hacienda de Manga de Clavo, cerca de Jalapa, Ver., dejando nuevamente en la Presidencia a Gómez Farías, quien se apresuró a restablecer las leyes expedidas por él y derogadas por Santa Anna.